No hay quien pueda con Will
Grace está deprimida. Piensa que ha perdido el instinto romántico desde que no está con Will. Ya no se divierte con ningún otro hombre y acaba concluyendo que no ha sido nunca tan feliz como con Will. Mientras, Karen empieza a jugar al poker con Will. Debido a las deudas de Jack, Will le ayuda para que pueda pagarlas y no le embarguen lo que tiene.