Alex es un joven drogadicto en busca del absoluto que se prostituye en el distrito Centre-Sud de Montreal. A su alrededor gravitan Bruno, Simon, Jeanne, Eric y Velma, todos atrapados en la misma espiral de compulsión. Rehenes de una sociedad que los excluye y los encierra en su implacable lógica comercial, son los ángeles caídos de una era violenta y oscura. Sin pasado ni futuro, arrastran su soberbia soledad al gusto de un eterno presente jalonado por los ardientes gestos de su frenético consumo. Pero en medio de las ruinas, su belleza sigue siendo rebelde. Entre dos dosis, cada una se aferra a lo que queda de deseo y los cuerpos, exultantes, se vengan de la humillación en la que se encuentran retenidos. Solos en el mundo, los hijos de esta tribu salvaje se aman y deambulan incansablemente en la noche de nuestro consuelo e indiferencia.